Fue una bonita forma para acabar el año. En si, el plato no
requiere de una especial pericia culinaria pero el resultado es hermoso y
sorprendente.
Está inspirado en una receta de Paul Bocuse, que sirvió al
entonces presidente francés Valery Giscard D'Estaing en el palacio del Elisio
cuando le concedió la cruz
de La Legión de Honor en 1975. La sopa era trufas y ha pasado a los anales de
la historia gastronómica como "Soupe au truffes VGE".
40 años ya lleva a sus espaldas y se sigue sirviendo en su
restaurante de Lyon. Fue lo que entonces se llamó nouvelle cuisine, a mí ya me
parece un clásico que nada tiene que ver con la física cuántica recreativa de
hoy en día. Entonces la llamada nouvelle cuisine eran productos serios y
reconocibles lo que trabajados de un modo algo singular. Nunca se habló
entonces de la absurda cocina molecular.
Para hacer esta deliciosa sopa necesitaremos hacer un fumet
concentrado con las carcasas de los bogavantes. Para ello sofreiremos bien estas,
reservando las pinzas y las colas que usaremos posteriormente. Cuando hayan
cogido color añadiremos una bresa de cebolla, zanahoria, pimiento rojo, bulbo
de hinojo y tomate. Cuando el sofrito haya ya soltado casi toda su agua
añadiremos una cucharada de concentrado de tomate y una generosa copa de Cognac
o Brandy.
Dejaremos que evapore el alcohol y añadiremos agua fría, una rama de
perejil, una cayena y un ramillete de estragón y dejaremos hervir durante media
hora a fuego moderado desespumando de vez en cuando. Transcurrida esa media
hora introduciremos las pinzas y colas del bogavante que teníamos reservadas y
las coceremos unos 5 minutos, las retiraremos y las pondremos a enfriar en agua
con hielo.
Posteriormente colaremos el caldo y pasaremos por una
estameña fina y dejaremos enfriar.
Antes de acabar el plato dispondremos en marmitas
individuales unos trozos del bogavante que habíamos cocido y una generosa
brunoisse de trufa melanosporum y añadiremos el caldo de bogavante.
Cubriremos cada marmita con una capa de hojaldre, la
pintaremos de huevo, las introduciremos al horno precalentado a 180 grados
durante 15 o 20 minutos, y a esperar a que se produzca el milagro.
La trufa dará ese delicado aroma a este consomé, para ello
es básico usar trufa fresca.
A mi me la suministra mi amigo Miguel Cabré desde
su tienda de la Vía Augusta 14, Truff&Co, muy cerca de mi galería. Tienda
especializada en trufas, y para los amantes de dicho producto es una auténtica
delicia.
Me encanta esta receta, intentre hacerla bien, pero el hojaldre siempre m sale torcido. Gracias
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