martes, 21 de abril de 2015

Saltimbocca alla romana




No se, si de nuevo me estoy metiendo en berenjenales ?

Siempre he comentado que los italianos son muy poco abiertos a que se hagan sus platos de una manera diferente a la que ellos están acostumbrados. Y no por ello les quito la razón.

El plato que hoy nos ocupa es la Saltimbocca a la romana. Un plato del Lazio, que estará presente en la mayoría de las trattorias romanas. Sus principales ingredientes a parte de la carne son la Salvia, el vino blanco y el prosciutto San Daniele.

Hablemos un momento de la salvia

         Salvia. Ilustración Juliet Pomés

La salvia  ( Salvia officinallis) está  considerada como una de las plantas aromáticas más importantes del mundo, aunque poco utilizada en España. Su trascendencia dentro de la cocina de la cuenca mediterránea es crucial. Hay que resaltar especialmente su cometido dentro de la cocina italiana y francesa.

Dentro del conjunto de especias o plantas aromáticas, la salvia se puede considerar como una hierba de gusto áspero y picante y de aroma muy fuerte, lo cual nos obligará a utilizarla con moderación.

Sus hojas, tanto frescas como secas, pueden ser utilizadas, por ejemplo, en ensaladas, sopas, pastas, platos de verdura, legumbres, carne, pescado, arroz o quesos. Esta hierba forma parte de numerosas salsas o preparados.

Entre las numerosas preparaciones podemos destacar su participación en preparados como el bouquet garni y en las hierbas de Provenza. También se utiliza habitualmente para dar sabor y aroma al aceite y al vinagre.

Y hagamos mención también del Prosciutto San Daniele.



Los cerdos apropiados para la preparación del Prosciutto de San Daniele deben provenir de una de las once regiones del Norte y Centro de Italia autorizadas (desde Piamonte hasta Molise) y criados en el lugar. Las razas preelegidas deben ser Large White o Landrance, que se pueden combinar con la raza Duroc. . El peso medio de cada animal no debe ser inferior a los 160 Kg. y la edad no debe ser inferior a los nueve meses.

El secado se debe realizar con agentes naturales, en ambiente ventilado, para facilitar la fijación de la grasa que, en algunos casos, puede realizarse dos veces. Esta operación precede la curación, que se efectúa en un ambiente idóneo: cuartos grandes, dotados de ventanas altas y estrechas, colocadas sobre el lado expuesto a la dirección norte-sur para favorecer la correcta ventilación y un adecuado recambio de aire. Los Prosciutti se cuelgan en sentido vertical en clavos colocados en los soportes y se atan a la altura de la pezuña. El tiempo de curación varia según la clasificación por peso, pero el mínimo previsto es de 13 meses.



Lo he tomado en Italia o bien en popietas, donde el jamón y la salvia irán enrollados dentro a modo de nuestros flamenquines o bien con un palillo atravesando el jamón y la salvia. No se cual es la más ortodoxa, pero yo voy a explicar como yo la preparo.

Su nombre viene, según dicen, de "saltar en boca" ya que por su suculento sabor no puedes parar de comerlo, y te salta a la boca cada bocado.



Para empezar, haremos unos filetes delgados de solomillo de vacuno, los salpimentaremos y enharinaremos someramente.



En una sartén con un poco de aceite, los marcaremos y retiraremos.

En esa misma sartén añadiremos un buen trozo de mantequilla y añadiremos una buena cantidad de hojas de salvia, a continuación añadiremos un chorro de vino blanco, y cuando haya reducido y evaporado el alcohol añadiremos de nuevo los filetes que teníamos reservados. Les daremos vuelta a los filetes y encima de cada uno pondremos una loncha de jamón serrano, aunque el Prosciutto San Daniele es delicioso yo he españolizado la receta con un jamón ibérico.



Y ya nada más que tiene que ser emplatado.


Se puede acompañar con puré de patatas o con unas patatas torneadas al vapor. O con cualquiera de los tantos "contorni" que tiene la "cucina italiana".

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