martes, 27 de octubre de 2015

De como asar la carne y otras consideraciones



Como decía Brillat Savarin en su "Fisiología del Gusto", el arte de recibir empieza por satisfacer a tus invitados antes, durante  y después de que estos estén en tu casa.

Como se puede observar, la mayoría de los restauradores de hoy en día no habrán leído este libro e incluso hasta desconocerán a su autor. Sin embargo quieren imponer sus normas culinarias cuando entramos en sus salas.



Cuando alguien acude a un restaurante, de entrada, es un cliente que va a gastar su dinero en la empresa de otro señor. Y este señor, deberá como mínimo,  de entrada, agradecérselo. Además con una importante diferencia ante cualquier otro establecimiento. Aquí nadie entra a mirar, el que entra va a gastar su dinero.

Normalmente en los restaurantes que están de moda habrá que reservar mesa con antelación.
Imposible, para cuando dice que quiere la mesa? Si no llama al menos con una semana de antelación ... y aquí ya empieza su dictadura.
No sería mejor que quien cogiera el teléfono dijera, lo siento mucho esta noche estamos completos y gracias por llamar. Intentaremos satisfacerle en otra ocasión.

Finalmente cuando llegas al restaurante te preguntarán tenían ustedes reserva ? ( eso cuando no te tutean ). Luego te acompañarán a la mesa casi sin mediar palabra, si acaso un " serán tan amables de acompañarme". Entonces te sientas y esperas a que generalmente venga alguien con la carta.
Muy mal !!!, de entrada la persona que te acompaña a la mesa te ha de preguntar si quieres tomar algo de aperitivo nada más sentarte y darte las gracias y la bienvenida por ir a gastar ahí tu dinero ( lo del dinero, no hace falta que lo comenten ).

Si el restaurante es de los llamados gastronómicos, te sugerirán su menú degustación. Eso si, para la mesa completa. E incluso te sugerirán un " maridaje" de vinos. Por Dios, que absurda palabra maridaje para temas gastronómicos, no la soporto. Se maridan las personas casadas y sino sólo hace falta echarle un vistazo al diccionario de la RAE.

Un restaurante ha de ser un lugar de placer, no de imposiciones y lo del menú de degustación, a mi, así me lo parece. Yo si quiero probar varios platos de la carta se lo diré al maître y este deberá trasladarlo a la cocina para que los hagan en sus justas proporciones.

Por suerte, no todos los restaurantes son así y aún queda alguno que mantiene las etiquetas de la restauración. (Agradeceré información al respecto ).

Y llegamos ya a los puntos de cocción de las carnes, que era de lo que hoy quería escribir y hoy me ido un poco por las ramas ...

A mi particularmente me gusta la carne muy cruda, lo que los franceses llaman "BLEU" y los anglosajones "BLACK & BLUE" y en castellano " VUELTA Y VUELTA", pero oiga,  si a alguien le gusta la carne muy hecha el cocinero así la habrá que preparar.
No, es que aquí el chuletón lo servimos muy poco hecho. Pues muy mal, mire usted,  el chuletón se asa al gusto del cliente por mal que le pese al cocinero, o al chef.

Crudo solo será el Carpaccio o el Steak Tartar, las otras carnes, a gusto del consumidor.

Y así empezamos, de menos a más hecha.

Ante todo, sacaremos la carne de la nevera con un par de horas de antelación.
La sazonaremos con pimienta y la frotaremos bien con unas gotas de aceite por ambos lados. Jamás habrá que poner sal, ya que soltaría el agua que contiene la carne y esta quedaría siempre reseca.

Una vez en la parrilla, será cuando añadiremos la sal, mejor sal gruesa que se absorberá más lentamente.

Vuelta y Vuelta. Perfectamente sellada por su exterior y dejándola cruda por dentro, consiguiéndolo con una cocción muy rápida, eso si, la temperatura interior del corte ha de ser superior a los 40 grados. En francés Bleu y para los anglosajones Black &Blue



Poca hecha. Igualmente sellada que la anterior, pero el color de la carne ya ha virado a rosáceo en todo su interior. Esta se cocerá rápido, algo menos que la anterior y su temperatura interior será de 55 grados. En francés Saignant Y en inglés Rare.



Al punto. En esta cocción que será más lenta que las anteriores y a más baja temperatura, la proporción de parte rosada a parte más hecha deberá ser la misma. Su temperatura interior será de 65 grados. En francés Au point y inglés Medium.



Y finalmente Muy hecha. Esta cocción ha de ser mucho más lenta que las anteriores y con un fuego más moderado, y no deberá verse parte rosada alguna en su corte, lo cual no quiere decir quemada, igualmente habrá que quedar jugosa. Su temperatura interior estará entre los 70 y 80 grados. En francés Bien Cuit y en inglés Well Done.



Resumiendo un poco, cuanto más cruda se desee la carne, la cocción ha de ser  más rápida y a mayor temperatura.  La cocción perfecta sería sobre una parrilla y con brasas de carbón de encina. Es difícil, o casi imposible tener eso en casa, por lo que aconsejo una plancha de hierro colado. Sino también podremos usar una sartén, recordando bien el principio, cuanto más hecha guste la carne, más tiempo y menor temperatura.



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