martes, 27 de mayo de 2014

Maganos de guadañeta





Dudo que exista en los mares ni en los océanos un molusco comparable al Magano de guadañeta , es el rey de los cefalópodos.

El tiempo de captura es muy corto, tan sólo en el mes de Julio y quizá a principios de Agosto se pesca esta deliciosa criatura marina. Y es en la bahía de Santander donde se produce y reproduce tan exquisito manjar.

El arte de su extracción le hace alcanzar precios a veces desmesurados, ya que al ser pescado con pequeñas guadañetas, y uno por uno, hace de ello un alto coste productivo. Me comentaba un pescador de maganos en Santander que una buena noche si pescaban un par o tres docenas de ellos se daban por satisfechos.

Pero, que es el Magano ? Pues como he comentado es un molusco cefalópodo, es decir un pequeño calamar de unos 12 cm de largo y con cortos tentáculos. De ahí su complicación para que se enganchen en las guadañetas.

Y qué es la guadañeta ? Pues es el artilugio para pescar maganos. Un pequeño plomo donde se entrelazan unos anzuelos unido a un fino sedal. Este se va lanzando de noche al agua desde una barca de remos .Una potente luz en la proa de la embarcación, atraerá al cefalópodo.



Se parecería al chipirón o al calamarcito, pero se diferencia de ellos  esos cortos tentáculos.

En temporada de su pesca se sirven en muchos restaurantes de Santander y en los alrededores de la bahía. Pero hay que ir con mucho ojo, ya que por lo general lo que te sirven son calamarcitos.


Son famosos los del Bar del Puerto de Santander, ya que con toda seguridad te ofrecerán tan rico manjar encebollados. Hay que ir con la cartera rellena de Euros, ya que no te cobraran menos de 6 u 8 € por cefalópodo. Y como mínimo 6 o 7 siempre caen.



Fue una ilusión que tuve ayer y al no ser temporada y no estando en Cantabria me conformé con unos ricos calamarcitos simplemente salteados con cebolleta y  ajos tiernos.


En un buen aceite de oliva poché un poco de cebolleta y unos cuantos ajos tiernos. Cuando estos estuvieron ya caídos introduje los calamarcitos y les di una vuelta rápida. Me gusta añadir a los salteados un poco de jugo de carne cuando lo tengo, ayer se dio el caso que si lo tenía y se lo añadí. Pero no es estrictamente necesario, ni mucho menos.

Los puse en el plato y añadí un poco de perejil picado. El juguito que soltaron, con el aceitito invitaba a mojar pan como un loco. Cosa que por supuesto, si hice.

No eran maganos de guadañeta pero estaban riquísimos, y me cartera me lo agradeció.



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