martes, 3 de junio de 2014

Setas y Hongos de primavera

Hoy un capítulo especial a las setas de primavera. Siempre cuando llega el otoño, los mercados se llenan de setas y aparece una cocina micológica a su alrededor.
Sin embargo, las setas de primavera, aunque quizá menos llamativas no hay que olvidarse de ellas.
Yo, particularmente, las encuentro deliciosas, y con ellas la señal que el buen tiempo va llegando.


Una de las primeras en aparecer es la colmenilla ( Morchella Conica )seta deliciosa que se encuentra en los torrentes de las montañas. De un sabor inigualable, servirá tanto para rellenarlas como para guisarlas y hacer de ellas ricas salsas y acompañamientos.


Los perretxikos  (Colocybe gambosa ) o setas de San Jorge, el rey de las praderas vascas. Una de las setas más codiciadas entre la comunidad vasca. Salteadas o en revueltos nos conducirán a un poema primaveral culinario.


Las senderuelas ( Maramius oreades ), que  tantos nombres recibe por todo el territorio español, cremalloles, carreretas, moixernons o el poético nombre de Ninfa de los Bosques. Estas nos servirán para condimentar unas deliciosas carnes o una simple tortilla.


Tampoco hay que olvidarse del conocidísimo Boletus  edulis, el cep, que cuando aparece a finales de la primavera o principio de verano, es de una elegancia singular y su sabor tan profundo como el otoñal. Aconsejo encarecidamente probar este hongo en esta época del año.


Aunque no es tan habitual también aparece el níscalo (Lactarius deliciosus) aunque yo aquí me quedo con el de otoño.


Y una de las últimas gemas micológicas es la trufa de verano la Tuber aestivum, El aspecto de la trufa de verano es muy similar al de la trufa negra no obstante las verrugas del peridio son mas pronunciadas. El interior de la trufa tiene tonos más claros que la Tuber melanosporum , aunque menos apreciada que la negra nos puede deleitar con suculentas y deliciosas cremas.

El otro día en Puigcerdá tuve la suerte de dar con unas cremalloles, nombre que allí recibe la senderuela, y la receta que hoy os propongo es otra de las que yo denomino less is more.



En una sartén pocharemos un poco de cebolleta fresca y unos ajetes tiernos, cuando esté ya bien caída añadiremos las senderuelas y rehogaremos por breve espacio de tiempo con sal y pimienta. Luego, en un colador dejaremos que escurran para que pierdan el agua de vegetación.
Cuando estén ya bien escurridas las pasaremos a un bol donde iremos añadiendo huevos, uno a uno, y batiremos ligeramente. Un poco más de sal y unas vueltas con el molinillo y ya estará lista la mezcla para acudir de nuevo a la sartén donde las habíamos salteado previamente.

A mi me gusta tirando a crudita, pero eso ya es cuestión de gustos.

Un Chardonnay de Borgoña, puede ser un aliado perfecto.
  







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