Siguiendo con mi recetario
clásico, el plato que hoy presento son las tiras de buey Stroganoff. Se conoce
también como buey Strogonoff. Con o, o con a, con v o con ff al final. Yo lo
llamo Stroganoff y vosotros como más os guste.
Aparte de este inciso de
nomenclaturas, era un plato que estaba presente en todos los restaurantes de
lujo, quizá por su enigmático nombre que evocaba a la Rusia de los zares, pero
que hoy ha ido desapareciendo de casi todas las cartas de los restaurantes.
Afortunadamente en el legendario Horcher de Madrid lo siguen preparando y
sirviendo desde el día que abrió sus puertas allá por 1943.
En Barcelona, recuerdo se
servía en Reno, en Finisterre, en la Puñalada y en el Quo Vadis. Hoy todos
ellos desaparecidos, y se disputaban cual de sus cocineros mejor lo preparaba.
Eso se debe a que tampoco el Stroganoff tiene una receta muy exacta y bien
documentada.
La historia más aceptada de
los orígenes de este plato data de los 1890 cuando un chef francés que trabajaba para el
conde Pável Aleksándrovich Stróganov, el famoso general ruso, inventó la receta
durante una competición de cocina en San Petersburgo, aunque es muy seguro que
las recetas de cocina medievales de origen ruso ya tenían carne sazonada con
crema ácida . Tras la caída del imperio ruso, la receta se popularizó y se
llegó a servir en los hoteles y restaurantes de China antes del comienzo de la segunda guerra mundial.
Los inmigrantes rusos y chinos hicieron que se propagara este plato a EE. UU.
generando diversas variantes, todas ellas muy populares durante los 40 del
pasado siglo.
Lo que si es seguro, es que
entre sus ingredientes, aparte del lomo de buey llevará setas u hongos, cebolla
o echalotas y crema agria. La incorporación de Paprika y pepinillos nunca ha
estado bien definida, pero en la receta que voy dar si los lleva.
A por ella.
Me gusta utilizar, o bien la
punta del solomillo o bien el lomo bajo,
que cortaremos en tiras de un cierto grosor.
En una sartén muy caliente
saltearemos muy brevemente los trozos de carne y reservaremos. En esa misma
sartén añadiremos cebolla morada cortada en juliana muy fina, cuando empiece a
dorar añadiremos unas setas, yo el otro día añadí champiñón silvestre, pero se
puede utilizar el hongo que más os divierta. Cuando este estuvo cocinado añadí
un poco de concentrado de tomate y otro poco de carne de pimiento choricero,
sustituyendo la Paprika que tenemos el riesgo se queme y nos de un desagradable
sabor amargo, y a continuación un generoso chorro de Armagnac ( se puede
utilizar brandy ). Y ahora un pequeño truco ( no se si debería contarlo ), para
contrarrestar la acidez del guiso añadí una cucharada de Ketchup. Después
añadiremos crema agria o crema de leche ( tampoco es necesario ser tan puristas
) y dejaremos que reduzca para añadir finalmente la carne y los pepinillos
cortados a tiras finas. Rectificar de sal y pimienta y servir acompañado de
arroz en blanco y un poquito de cebollino finamente picado.
Alejandro, cuando dices pepinillos en tiras finas, ¿te refieres a los pepinillos agridulces?
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