Una de las innumerables formas para preparar las verduras,
es en menestra.
La menestra es un guiso de origen italiano, compuesto por
diferentes hortalizas, generalmente, cocinadas con trozos de carnes diversas
y, en casos también, con jamón troceado.
Se introdujo la menestra en la cocina española hace varios
siglos y los viejos tratadistas culinarios siempre insisten en que no es una
preparación totalmente sólida ni líquida.
Su nombre deriva de la palabra italiana ministrandi y de ahí
se deriva su conocida sopa Minestrone.
Algo más
especifica doña María Moliner en su diccionario : “guiso hecho con diversas
verduras mezcladas, arregladas generalmente con pequeños trozos de tocino o
jamón, y cocido todo ello con el jugo de las propias verduras”. Cierto: hay
menestras que llevan jamón, pero la de hoy será preparada con almejas, no por
ello me alejo de este secular guiso y mucho menos en la forma de prepararlo.
A diferencia del panaché
de verduras, donde las verduras están simplemente cocidas, aquí usaremos el
agua de cocción para preparar una veloute que más tarde comentaré.
Curiosamente estas
verduras eran antes de carácter primaveral, sin embargo actualmente la
temporada empieza a finales de Otoño y dura hasta el verano. Recuerdo
perfectamente que para saborear los deliciosos guisantes del Maresme había que
esperar hasta San José y lo mismo sucedía con las alcachofas.
Para esta menestra usaremos
guisantes, alcachofas, unas cebolletas de verdeo y por supuesto unas deliciosas
almejas, a ser posible de Carril.
Empezaremos con los
guisantes del Maresme
De una dulzura exquisita, esta legumbre se produce en
la comarca barcelonina del Maresme, su microclima, la cercanía al mar y la
montaña que resguarda los huertos, todo ello unido a una recolección manual y
alejado de los invernaderos hace que crezca este único manjar.
La temporada empezará a finales de Octubre y es en la
primavera cuando llegará su momento álgido.
Empezaba hablando de legumbre, ya que el guisante no es una
verdura como la gente suele creer.
A nivel gastronómico le llaman la perla verde, o simplemente
caviar de huerta.
Y ahora la alcachofa que por cercanía procuro que sean las
del delta del Llobregat, conocida por alcachofa del Prat.
La Alcachofa es originaria del norte de África, seguramente
de Egipto. Los árabes la extendieron por la Europa Occidental, pero el cardo ya
era conocido por romanos y los griegos que le atribuían poderes afrodisíacos.
No fue hasta el siglo XX que la alcachofa comenzó a
cultivarse en el delta del Llobregat. Aunque los primeros años la producción se
destinó al mercado local y en Barcelona, las exportaciones no tardaron mucho
en llegar, y durante los años 30 llegaron a salir más de 40 vagones diarios de
alcachofas con destino Francia, Gran Bretaña o Alemania. Hoy en día, sigue
siendo el cultivo que ocupa más hectáreas en las zonas del Prat y Sant Boi y
sigue siendo la alcachofa preferida del mercado local y barcelonés.
Es importante la cercanía de este producto, ya que una vez
cortada de la planta esta se empieza a deteriorar.
Y ahora vayamos ya con la receta.
Empezaremos desgranando los guisantes, que
escaldaremos unos 5 a
8 minutos en agua hirviendo con sal y un poco de azúcar. Escurrirlos y reservar
el agua de cocción.
Luego haremos lo mismo con las alcachofas que previamente
habremos limpiado y mantenido en agua con perejil para que no se oxiden antes
de cocerlas. Hay quien erróneamente usa limón ya que aunque también tiene poder
antioxidante imprimirá a las alcachofas un sabor ácido que nos recordará a las
de lata. Reservar también parte del agua de cocción.
Ahora vamos a preparar una velouté. En una tartera o cazuela
baja pondremos un chorro de aceite y un poco de mantequilla. Haremos un roux
con harina procurando que esta quede bien dorada, lo que se denomina un
"roux rubio" añadiremos parte del caldo de los guisantes y algo del
de las alcachofas y lo trabajaremos como si de una bechamel se tratara por
espacio de 15 minutos. Añadiremos entonces la cebolleta cortada en trozos de 4
o 5 cm y a continuación las verduras. Por último añadiremos las almejas y
cubriremos el recipiente. Pasados 3 o 4 minutos las almejas se abrirán y
retiraremos el guiso del fuego.
Ya está listo para ser servido.