martes, 1 de julio de 2014

Grecia, la civilización gastronómica



La civilización griega, cuna de la civilización occidental, hizo civilizada la gastronomía.

Las islas griegas se abastecen de la tierra y del mar. Tierra donde se producen unas  inmejorables y sabrosas hortalizas, y unas carnes como el cerdo la cabra y el cordero que luchan para sacar el mejor partido de la Madre Tierra quien será quien les alimentará.
En el mar conviven de modo también civilizado tanto moluscos como peces y una civilizada pesca, sin grandes flotas, hace que estos abunden en cantidad y en calidad.
En la Grecia continental, se encuentra el mejor bien que jamás haya concedido la naturaleza. El Olivo. De su jugo procede ese oro líquido que da origen a la dieta Mediterránea. Y su variedad, la aceituna de Kalamata, quizá el mejor ejemplo de ello.



La civilizada cocina griega nos regalará para empezar con deliciosos entrantes. Productos tan simples como  tomates, cebollas, pepinos y pimientos serán civilizadamente aliñadas con aceitunas, alcaparras, hierbas aromáticas  y su oro líquido inigualable. Ahora un toque de queso Feta nos dará su inolvidable Ensalada Griega.


Sigamos con las patatas, berenjenas y calabacines que una vez más, civilizadamente, asarán, freirán o cocerán de un modo inigualable.



A los griegos, les gusta comer civilizadamente y la mesa estará compuesta de un sin fin de entrantes que civilizadamente compartirán. A estos entrantes se les denomina Mezze. El Ouzo, será la bebida que acompañará dichos entrantes. No podrán faltar el Tzatziki, yogur batido con ajo y pepino. La elegante Taramosalata, de bonito color rosado, una combinación de huevas de pescado y patata cocida. La crujiente Spanokopita hecha de espinacas y envuelta en hojaldre. El singular Saganaki, queso frito y a veces flambeado que te servirán con un singular grito. OPA ! Las Dolmades,  hojas de parra que envolverán, arroz, carne o vegetales.

Entremos ahora en los platos de carne. Como anteriormente comentaba las carnes más habituales en Grecia son el cordero, el cabrito, el cerdo las aves y el conejo.



Los dos primeros serán cocinados muy lentamente en vasijas de barro con abundantes verduras y vino. Giouvetsi.Tras largas horas de cocción quedarán tiernos y jugosos. Y con el conejo harán el delicioso Stifado a base de cebolla, hierbas y vino tinto.



Con mezclas de carne preparan la civilizada Mousaka. Una mezcla de carnes sofritas con cebolla y tomate que acompañadas de patatas y berenjenas, recubiertas de una cremosa bechamel, acabarán en el horno gratinándola con queso Feta.



No hay que olvidar los Souvlaki, brochetas que asarán en parrillas de carbón. Generalmente se preparan de cerdo, cordero y pollo. Aunque en algunas ocasiones también serán una combinación de estas.



Y con una cierta influencia turca, el clásico Gyros. Especie de bocadillo de variadas carnes con pan de Pita al que añadirán diversas ensaladas, cebolla, tomate crudo y patatas fritas. Todo ello aderezado con el clásico Tsatsiki. Aconsejo encarecidamente probar este fast food griego.

Los pescados, como el mero, el déntol, el pargo,  la lubina y la sabrosa escórpora con su bonito nombre griego de Skorpion  serán generalmente asados de nuevo al carbón, aunque también servirán fritos como los salmonetes, las sardinas o las anchoas. Otra forma clásica de preparar el pescado o el marisco es guisado con tomate y queso Feta. Es el conocido Saganaki.



Buenos aficionados a los moluscos asarán o freirán los calamares, y los mejillones o bien los cocinarán con vino blanco y hierbas aromáticas, como los harán al vapor o a la plancha.
Curiosamente el pulpo, en vez de cocerlo en agua hirviendo, lo dejan secar durante días al sol, imagen que nos acompañará en nuestro viaje a Grecia. Luego los asan a la parrilla. También suelen prepararlo frío como ensalada.



Se saborean también las langostas, carecen de bogavantes y abunda la cigala real o galera de Balmain, extraño crustáceo desprovisto de pinzas y de cabeza plana.

Grecia también tiene grandes vinos, como los blancos de Santorini, y los tintos continentales. Sin olvidarse del Retsina, vino que al ser envejecido en botas de pino impregnadas de pez, nos recordará al aroma de su resina.

También podremos degustar deliciosos licores como el Rakomelo, el Mastika, Tsikoudia, parecido al orujo o el Tsipoudo orujo aromatizado con anís. Y brandys mezclados con vino como el Metaxa.



Y en el capítulo de postres no podrá faltar el yogur combinado con frutas y miel, el suculento Baklava, los Diples o las bolas de Lokma entre otros. Todos muy ricos en miel, especies y frutos secos.

Grecia fue cuna de la civilización, y también lo es de una refinada cocina que hoy en día sigue innovando, pero sin perder un ápice de su tradición.






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