Poco he escrito en este blog acerca del vino y de los
cócteles, o mejor dicho, casi nada. Tan sólo de vez en cuando he hecho alguna
recomendación para acompañar algún plato y algún que otro queso.
Los que me vais conociendo, sabéis de mi afición por el Dry
Martini. Para mí, el rey de los cócteles. Lo bueno de esta afición, es
cuando te encuentras a otro adicto como tu a tal bebida, inmediatamente se
entabla una conversación. Difícilmente esto ocurre con cualquier otra bebida.
No conozco a nadie que compartiendo una cerveza o un cubalibre hablen de sus
anécdotas con tal bebida.
Los cócteles, unen más de lo que parece.
Yo tengo una bonita anécdota que contaros acerca del Dry
Martini.
Hace ya varios años, estaba invitado en la embajada de España en México, cuando mi
querida amiga la embajadora en aquel entonces, me presentó al hoy ya
desaparecido Álvaro Mutis. Acercándonos ambos a la mesa donde se servían las
bebidas, Don Álvaro preguntó si le podían servir un Dry Martini. El camarero,
entonces se excusó al no poderle servir dicho coctel, pero eso dio pie a
nuestra conversación.
-Aprecio, Don Álvaro que es Ud. muy aficionado al Dry
Martini.
- Pues no la sabe Ud. bien. Mantenía grandes discusiones
acerca de esta cordial bebida con su compatriota Luis Buñuel. Siempre nos
retábamos a ver quien de los dos hacía el Dry Martini “perfecto”. Le puedo
asegurar – continuaba diciendo, que los de él nunca llegaban a la perfección
como los que yo hago. Y de lo que más triste estoy es no poder invitarle hoy a
uno de ellos, pues creo que he dado con el “perfecto”.
Me empezó entonces a hablar de la mínima cantidad de vermut
que añadía al coctel, de la temperatura de la aceituna, de la copa, y de otros
curiosos pormenores.
Fue entonces cuando yo le hablé de la Ginebra
-Don Álvaro, me parece muy interesante lo que me está
contando, pero hablemos de la ginebra, ya que es el ingrediente principal del
coctel. Cuál para Ud. es la más adecuada ?
Le cambió la cara e hizo una mueca algo pícara.
-Usted, es de
Barcelona , me dijo, y tiene una ventaja. En Barcelona se hace
la mejor ginebra para el Dry Martini, la Giró.
Coincidí plenamente ya que es la que yo siempre utilizo para
el Dry Martini y alabe también su preferencia.
-Pero, Don Álvaro, esta no la encontrará ni en Colombia, ni
por aquí, ni tampoco en los Estados Unidos, qué hace entonces ?
- En Colombia, no la hay, pero me la hago traer por algún
amigo o tengo ciertos “contactos” para poder tomarla en mi casa. Pero cuando
estoy fuera de casa y voy a algún restaurante, siempre pido un Dry Martini de
Giró, a lo que siempre me contestan que no la tienen. Mi respuesta, siempre es
la misma. Entonces, mientras sea un London Dry, me es indiferente !
Me dio su tarjeta, que aún guardo, con la promesa que si iba
algún día por Colombia le llevaría un par de botellas de Giró.
Este gran coctel, me acompaña irremediablemente todos los
fines de semana del año antes de cenar. Generalmente, me tomo uno, y una
espuela. Explicaré que es la espuela, la espuela consiste en verter del vaso mezclador
el agua que ha ido soltando el hielo mientras estaba tomando el Dry Martini.
Añadir entonces tan sólo un chorrito de Ginebra, mezclarla para que se enfríe y
nos proporcionará no más de media copa
del coctel, al que de nuevo se añadirá un twist de limón.
Importante también es el tamaño de la copa, hay que huir de
las muy grandes, no tan sólo por que son de mal gusto sino que además se
calentará la bebida. Yo prefiero una copa relativamente pequeña, a ser posible
de cristal. En el conocido restaurante de México DF, San Ángel Inn, tienen la
bonita costumbre de servirlo en una delicada copa pequeña, y al lado en un
cubilete metálico protegido por hielo te sirven un poco más. Una delicia !
Es un coctel tanto literario como cinematográfico, cargado de grandes recuerdos. Quién
no recuerda a Jack Lemon en “el apartamento “ tomando unos cuantos y formando
una estrella con los huesos y las aceitunas. O a William Powell en “al servicio
de las damas” haciendo de mayordomo y sirviendo elegantemente esta bebida. Era
el coctel favorito de Gary Grant y de Humphrey Bogart. De Luis Buñuel y de
Alfredo Landa. De Truman Capote y de Álvaro Mutis. También del legendario James
Bond, aunque este último esta fuera de la ortodoxia.
Preparación del Dry Martini
Es un coctel que se realiza en vaso mezclador. Enfriaremos
el vaso con hielo de buena calidad, removeremos y vaciaremos a través del
gusanillo el agua que haya quedado tras enfriar el vaso. Añadiremos ginebra, a
ser posible Giró, y removeremos durante unos 20 segundos. Una gota de vermut
blanco seco y unas vueltas más con la cucharilla mezcladora. Verteremos
delicadamente ayudándonos del gusanillo sobre una copa de coctel que teníamos
guardada en el congelador. Una aceituna verde manzanilla con hueso clavada con
un palillo se depositará dentro, así como un twist que exprimiremos de la
corteza de un limón para que suelte sus aceites.
Variante del Dry Martini, el Gibson
Se sustituirá la aceituna por una cebolleta en vinagre, y se
suprimirá el twist de limón.
acabo de llegar al blog y lo encuentro excelente!! felicidades Alex
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