miércoles, 15 de octubre de 2014

Dry Martini

Poco he escrito en este blog acerca del vino y de los cócteles, o mejor dicho, casi nada. Tan sólo de vez en cuando he hecho alguna recomendación para acompañar algún plato y algún que otro queso.



Los que me vais conociendo, sabéis de mi afición por el Dry Martini. Para mí, el rey de los cócteles. Lo bueno de esta afición, es cuando te encuentras a otro adicto como tu a tal bebida, inmediatamente se entabla una conversación. Difícilmente esto ocurre con cualquier otra bebida. No conozco a nadie que compartiendo una cerveza o un cubalibre hablen de sus anécdotas con tal bebida.
Los cócteles, unen más de lo que parece.

Yo tengo una bonita anécdota que contaros acerca del Dry Martini. 


Hace ya varios años, estaba invitado en la embajada de España en México, cuando mi querida amiga la embajadora en aquel entonces, me presentó al hoy ya desaparecido Álvaro Mutis. Acercándonos ambos a la mesa donde se servían las bebidas, Don Álvaro preguntó si le podían servir un Dry Martini. El camarero, entonces se excusó al no poderle servir dicho coctel, pero eso dio pie a nuestra conversación.
-Aprecio, Don Álvaro que es Ud. muy aficionado al Dry Martini.
- Pues no la sabe Ud. bien. Mantenía grandes discusiones acerca de esta cordial bebida con su compatriota Luis Buñuel. Siempre nos retábamos a ver quien de los dos hacía el Dry Martini “perfecto”. Le puedo asegurar – continuaba diciendo, que los de él nunca llegaban a la perfección como los que yo hago. Y de lo que más triste estoy es no poder invitarle hoy a uno de ellos, pues creo que he dado con el “perfecto”.
Me empezó entonces a hablar de la mínima cantidad de vermut que añadía al coctel, de la temperatura de la aceituna, de la copa, y de otros curiosos pormenores.
Fue entonces cuando yo le hablé de la Ginebra
-Don Álvaro, me parece muy interesante lo que me está contando, pero hablemos de la ginebra, ya que es el ingrediente principal del coctel. Cuál para Ud. es la más adecuada ?
Le cambió la cara e hizo una mueca algo pícara.
-Usted, es de Barcelona, me dijo, y tiene una ventaja. En Barcelona se hace la mejor ginebra para el Dry Martini, la Giró.
Coincidí plenamente ya que es la que yo siempre utilizo para el Dry Martini y alabe también su preferencia.
-Pero, Don Álvaro, esta no la encontrará ni en Colombia, ni por aquí, ni tampoco en los Estados Unidos, qué hace entonces ?
- En Colombia, no la hay, pero me la hago traer por algún amigo o tengo ciertos “contactos” para poder tomarla en mi casa. Pero cuando estoy fuera de casa y voy a algún restaurante, siempre pido un Dry Martini de Giró, a lo que siempre me contestan que no la tienen. Mi respuesta, siempre es la misma. Entonces, mientras sea un London Dry, me es indiferente !
Me dio su tarjeta, que aún guardo, con la promesa que si iba algún día por Colombia le llevaría un par de botellas de Giró.

Este gran coctel, me acompaña irremediablemente todos los fines de semana del año antes de cenar. Generalmente, me tomo uno, y una espuela. Explicaré que es la espuela, la espuela consiste en verter del vaso mezclador el agua que ha ido soltando el hielo mientras estaba tomando el Dry Martini. Añadir entonces tan sólo un chorrito de Ginebra, mezclarla para que se enfríe y nos proporcionará  no más de media copa del coctel, al que de nuevo se añadirá un twist de limón.



Importante también es el tamaño de la copa, hay que huir de las muy grandes, no tan sólo por que son de mal gusto sino que además se calentará la bebida. Yo prefiero una copa relativamente pequeña, a ser posible de cristal. En el conocido restaurante de México DF, San Ángel Inn, tienen la bonita costumbre de servirlo en una delicada copa pequeña, y al lado en un cubilete metálico protegido por hielo te sirven un poco más. Una delicia !

Es un coctel tanto literario como cinematográfico, cargado de grandes recuerdos. Quién no recuerda a Jack Lemon en “el apartamento “ tomando unos cuantos y formando una estrella con los huesos y las aceitunas. O a William Powell en “al servicio de las damas” haciendo de mayordomo y sirviendo elegantemente esta bebida. Era el coctel favorito de Gary Grant y de Humphrey Bogart. De Luis Buñuel y de Alfredo Landa. De Truman Capote y de Álvaro Mutis. También del legendario James Bond, aunque este último esta fuera de la ortodoxia.



Preparación del Dry Martini



Es un coctel que se realiza en vaso mezclador. Enfriaremos el vaso con hielo de buena calidad, removeremos y vaciaremos a través del gusanillo el agua que haya quedado tras enfriar el vaso. Añadiremos ginebra, a ser posible Giró, y removeremos durante unos 20 segundos. Una gota de vermut blanco seco y unas vueltas más con la cucharilla mezcladora. Verteremos delicadamente ayudándonos del gusanillo sobre una copa de coctel que teníamos guardada en el congelador. Una aceituna verde manzanilla con hueso clavada con un palillo se depositará dentro, así como un twist que exprimiremos de la corteza de un limón para que suelte sus aceites.

Variante del Dry Martini, el Gibson


Se sustituirá la aceituna por una cebolleta en vinagre, y se suprimirá el twist de limón. 

1 comentario: